Inicio de un nuevo ciclo navideño para el Calagurris

Todos los años por esta fechas hay una pléyade de carreras populares al calor (o mejor al frescor) de la Navidad. Ya no son solo las múltiples San Silvestres del último día del año, si no que también los días anteriores y hasta en Reyes tendremos la ocasión combatir los rigores de la manduca. Pues bien, este finde ha sido de alguna manera la inauguración de esta mini gira por las poblaciones cercanas, y nuestros corredores se han desplegado por el territorio para intentar dar abasto a a mayor cantidad de pruebas posible, así que, como diría Jack The Riper (el Destripador), vayamos por partes:

  • El sábado 16, en el contexto de La Carrera de la Virgen de la Esperanza (Club de Atletismo Beronia y Logroño Deporte), se han celebrado un puñado de pruebas sobre diferentes distancias, y en una de ellas, la segunda edición del Campeonato de la Rioja de la Milla en Ruta, nos ha representado uno de nuestros federados, Pablito Cristóbal, joven heredero de una saga de esforzados atletas calagurritanos. No sería la última vez que que defendería la zamarra azabache, puesto que al día siguiente repetiría en otro lance federado junto a otros compañeros del club. Es un corredor al que le van estas distancias de medio fondo, como es la milla, esa distancia, que si no fuera porque hayan sido unos hijos de la Pérfida Alvión, los impulsores del deporte moderno, aplicando sus distancias tradicionales, probablemente no la estaríamos corriendo. Aunque, bueno, al maratón le pasa algo parecido y hay que reconocer que tiene su puntito que no todo sea sistema métrico decimal.
  • Subimos un poco la distancia, y nos vamos (en la misma tarde) a Mendavia con José Antonio Antoñanzas, Peio Pacio, Pablo Carra, Santiago Ucha (que por llevarse la contraria a si mismo, nunca ahorra un esfuerzo por representar al club de sus amores) y Diego Lanes. Dieguito Dartañan y los cuatro mosqueteros subieron tres veces la cuesta de la iglesia y dieron otras tantas vueltas al pueblo de las denominaciones, para cubrir una distancia cercana a los 5 kilómetros, que variaba tanto como el número de pulsómetros presentes en la carrera. Algo menos de participación que otros años, quizás por la competencia de otras carreras cercanas durante el fin de semana. De todas formas, una carrera nocturna y muy divertida la que organizan en Mendavia. Y si además tenemos en cuenta el precio (gratis), y el obsequio de una camiseta, una botellita de vino y una latita de alegrías (me tenía que haber zampado una, a ver si hubiera arreado más) no se puede pedir más. Ah, y en la las duchas agua caliente regulada con grifo de toda la vida. Todo un lujo.
  • Y ya en domingo la mascletá. Junacho Gracía y Jesús Inda, juntos, pero no revueltos se fueron a ver a la Virgen Blanca (a Vitoría, vamos) a correr otra de la carreras mas valoradas de la zona por estas fechas: La media de Vitoria. Una carrera que a pesar del frío, y sin saber muy bien porque, siempre resulta muy satisfactoria y agradecida. Es mítica la camiseta de manga larga que te dan, y también la calidad de los vestuarios de Mendizorroza. Juancho se lleva otra carrera de esas que quiere para su colección, y suponemos que Inda la corre más que nada porque a estas alturas de sus carrera deportiva ya no se acuerda de lo que es ir andando a los sitios y algo tiene que hacer para aprovechar la inercia.

Aquí os dejamos unas fotos.